¿REGLAS DE JUEGO EN EL DISEÑO?
- Ligia Puentes
- 20 abr 2016
- 6 Min. de lectura
El autor de ¿cómo nacen los objetos? comienza su relato con el conocimiento o aplicación del método proyectual como base para saber qué es lo que se debe hacer para hacer conocer las cosas y que hacer para llegar a la solución de un problema; para el autor el método proyectual consiste en una serie de operaciones necesarias dispuestas en un orden lógico dictado por la experiencia lo que podría interpretar como una base o fases por las que se debe pasar antes de tener una propuesta de diseño con la cual se espera obtener el máximo resultado con el mínimo de esfuerzo. No es correcto proyectar sin un método por lo que la creatividad no quiere decir improvisación sin método (lo cual genera confusión) ya que obedece a unos valores objetivos que para el diseñador no son algo absoluto y definitivo sino que van ligados a la creatividad del proyectista. Durante esta proyección, se pueden distinguir dos tipos de proyectistas, el primero, es el proyectista profesional el cual aplica el método proyectual paso a paso, desarrolla su trabajo con seguridad y precisión y además no pierde su tiempo, el segundo, es el proyectista romántico, este es el que se va detrás de una idea que considere “genial” con lo cual obliga a la técnica a hacer algo dificultoso, poco práctico pero en igual medida bello.
¿Qué diferencia a un proyectista del otro? Simple. Mientras que el proyectista profesional hace su trabajo impecable, al pie de la letra y de manera puntual, el proyectista romántico se deja llevar más por su imaginación dejando que la idea tenga más importancia que el proceso proyectual en sí. En muchos sectores de la producción industrial, ya sea muy explotados o poco explotados, nunca ha intervenido la mano de un diseñador, esto puede ser evidenciado en la decoración, donde fluyen demasiadas ideas pero que están más ligadas a una moda o al gusto del público por lo cual ya no se hablaría de diseño sino de styling el cual no es un problema de diseño. Otros campos en donde la mano del diseñador puede intervenir pueden ser en la industria de modas, en parques de atracciones, en el arte y la televisión e incluso en la actividad editorial. Proyectar es fácil siempre y cuando se sepa cómo hacerlo de la manera más adecuada, simplemente se deben organizar los elementos que compongan el sistema o el problema en cuestión, analizar dichos elementos y tratar de buscar la solución más adecuada para el problema. Para dicho propósito, primero debe definirse qué es un problema, según Antonio Rebolini, “cuando un problema no puede resolverse no es un problema, cuando puede resolverse no es un problema”. Dicho esto, para llevar a cabo el método proyectual de la mejor manera primero debemos distinguir si el problema que se genera puede ser resuelto o no, en esta etapa, el diseñador es el que puede llegar a detectar estos problemas y proponer soluciones a la industria o puede suceder en el caso contrario, la industria es quien nota el problema y le propone las soluciones al diseñador; también hay que tener en cuenta que el problema no se resuelve por sí solo ya que contienes diferentes elementos los cuales deben ser conocidos. Luego de distinguir si tiene solución o no el problema se procede a definirlo en su conjunto, es decir, hasta qué límites puede llegar el proyectista en busca de una solución; se define el tipo de solución que se le quiera dar ya sea provisional, definitiva, sofisticada o sencilla, esto depende de la descomposición del problema en elementos de los cuales pueden surgir subproblemas, aquí es cuando un problema puede tronarse complicado o complejo de acuerdo a su descomposición.
“Un producto es complicado cuando los elementos que lo componen pertenecen a numerosas clases diferentes; es complejo si tiene un gran número de elementos recuperables pero en pocas clases”, así lo dice Abraham A. Moles, de esa división de subproblemas nace lo que se conoce como un problema particular de diseño el cual se resuelve de manera creativa. Continuando con el proceso, llega el momento de recopilar datos, esto permite pensar en una posible solución; una vez recopilados los datos, estos deben ser analizados de tal forma que le permitan al proyectista hacerse una idea de que puede hacer o no durante la proyectacion, experimentar con materiales y que técnicas disponibles hay para resolver el problema, aquí la creatividad reemplaza la idea intuitiva y procede con su método. En este punto, el proyectista comienza a experimentar con diversos materiales y técnicas para la realización del proyecto, con esto, el proyectista puede tomar pruebas, muestras e información que le permitan construir modelos para demostrar lo anterior. Una vez elaborados los modelos, ya sean a escala o tamaño natural, el proyectista procede a realizar una verificación presentándolos a determinado número de lo que serían posibles usurarios y que esto expresen su opinión y juicio en cuanto al modelo. El proyectista basándose en la información recopilada verá si es posible someter el objeto a modificaciones siempre y cuando las opiniones estén dadas objetivamente y posteriormente empezar con los dibujos constructivos representando de clara y legiblemente lo que se quiere lograr.
A lo largo de todo este proceso, el diseñador utiliza diferentes tipos de dibujos con el fin de representar una idea que sea útil para proyectacion, puede empezar con un boceto a lápiz el cual le sirve como memorándum de algo que se le ocurrió o algo que pueda modificar, puede recurrir al dibujo plano o en perspectiva o si lo que quiere es comunicar la idea de un objeto puede utilizar el alzado frontal ya que le proporciona máxima exactitud y medidas en escalas. Los modelos pueden llegar a ser de mucha utilidad ya que en muchas ocasiones estos suele comunicar mejor la idea del producto que el dibujo y así mismo, sirven para satisfacer al usuario que no logra idealizarse el objeto o proyecto solamente con el dibujo.
En la aceptación del producto en la sociedad influye mucho la publicidad que se le haga a dicho producto al igual que ciertas especificaciones, características llamativas del producto, preferencias de los usuarios y los motivos de las mismas.
El verdadero diseño es aquel en el que los objetos son fabricados y producidos sin que éstos sigan una moda, productos bien proyectados y sin importar quién lo proyectó. Los productos del buen diseño poseen una estética que va de acuerdo al uso del material natural y de sus proporciones según su función, son objetos esenciales, nacen de una necesidad de forma que todos pueden usarlo; generalmente estos productos son diseñados por autores desconocidos por lo que el objeto es el que se vende y no el nombre de quien lo diseñó o produjo como suele suceder con muchos productos.
Algunas claves para realizar una buena proyección se basan en que debemos observar todos los objetos a nuestro alrededor pero no solo bajo criterios como feo o bonito, sino que desde todas las perspectivas de forma que podamos adquirir una capacidad mentalidad de proyección completa. Otro aspecto a tener en cuenta es la simplicidad, no solamente en la forma sino también en costos, tiempo de montaje, acabados entre otros. Para poder simplificar se requiere de gran trabajo y mucha creatividad ya que complicar resulta mucho más sencillo. Un claro ejemplo de simplicidad es la silla No 14 de Michael Thonet, esta silla está hecha con la técnica de madera curvada lo cual simplificó el montaje a seis piezas y del mismo modo los costos.
También hay que tener en cuenta que para una buena proyectación industrial debe existir coherencia formal entre las distintas partes y el todo, entre los elementos que constituyen el objeto y los objetos que conforman el conjunto. La prosémica para observar las relaciones entre el individuo y el ambiente, con esto se pueden estudiar las interacciones, el contacto o no contacto entre personas, qué puede resultar más óptimo y que no entre otros aspectos. La ergonomía también es tomada en cuenta durante este proceso ya que se tienen en cuenta las dimensiones y proporciones humanas, la fisiología, cómo se pueden mejorar las condiciones de seguridad etc.
Para una buena proyectación debemos tener en cuenta factores humanos, tecnológicos, procesos de manufactura, costos, manejabilidad del objeto, la vida útil del mismo, los parámetro con los que se desarrollarán los planos, dibujos y moldes, cómo generar una respuesta positiva en los usuarios, qué operaciones deben llevarse a cabo para la resolución de problemas entre otras cosas.
Bibliografía
¿Cómo nacen los objetos? apuntes para una metodología proyectual
Munari, Bruno 1907-1998
Publicado en 1989
Comments